¿Por qué elegir un sofá de cuero para la sala de estar?

Hay pocos muebles en nuestros hogares que sean tan decorativos como un sofá de cuero. Su capacidad de ambientar, de atraer todas las miradas, es increíble y eso le da una relevancia muy destacada. Si vistes tu salón con un bonito sofá de piel, no necesitarás muchos elementos más para que ese espacio tenga un aire especial.

Y aunque esto también ocurre con los sofás tapizados en otro tipo de tejidos, la variedad de modelos, diseños, colores y calidades es muy variada, por lo que seguro que encuentras el sofá más adecuado para tu hogar.

Pero, como ya sabes, un sofá no solo debe ser bonito. También tiene que ser cómodo y en eso el universo de los sofás de piel incluye una enorme cantidad de diseños, por lo que no te será difícil encontrar un modelo que te guste y que, además, sea muy cómodo.

Sus ventajas, en detalle

En nuestra opinión, la mayor ventaja de los sofás de piel es su fácil limpieza y mantenimiento. Normalmente basta con pasar un paño ligeramente humedecido para eliminar fácilmente el polvo diario acumulado y la mayoría de las manchas. Un par de veces al año podemos proteger el cuero con una crema especial y poder ser recomendado por el mismo fabricante de cuero.

Otra ventaja es su mayor durabilidad. Un sofá de piel puede durar muchos años “como nuevo”, mientras que un sofá de tela, aunque podemos lavar las fundas o el tapizado es antimanchas, se deteriora y ensucia más rápidamente. Recuerda que para una mayor durabilidad hay que tratar el sofá con los productos adecuados y nunca poner productos de baja calidad o con lo que nos va diciendo la gente.

Por último, no debemos olvidar algo tan importante como el diseño y la presencia. La piel le da un acabado elegante y como tal, transmite esa nobleza al sofá y éste a la estancia que ocupa.

En nuestra opinión, la mayor ventaja de los sofás de piel es su fácil limpieza y mantenimiento. Normalmente basta con pasar un paño ligeramente humedecido para eliminar fácilmente el polvo diario acumulado y la mayoría de las manchas. Un par de veces al año podemos proteger la piel con una crema especial y poder ser recomendado por el mismo fabricante de la piel.

Otra ventaja es su mayor durabilidad. Un sofá de piel puede durar muchos años “como nuevo”, mientras que un sofá de tela, aunque podemos lavar las fundas o el tapizado es antimanchas, se deteriora y ensucia más rápidamente. Recuerda que para una mayor durabilidad hay que tratar el sofá con los productos adecuados y nunca conformarse con productos de baja calidad o con lo que nos va diciendo la gente.

Por último, no debemos olvidar algo tan importante como el diseño y la presencia. La piel le da un acabado elegante y como tal, transmite esa nobleza al sofá y éste a la estancia que ocupa.

Los inconvenientes, infórmate antes de decidirte

No todo son ventajas a la hora de tener un sofá de piel. Hay ciertas desventajas que es necesario valorar y tener en cuenta antes de comprarlo, para no arrepentirse después.

El primer factor negativo es el elevado precio de este tipo de sofás, que no suelen ser asequibles, ya que pueden costar más del doble que un sofá tapizado en tela. Además, en este sentido, es mejor no escatimar y elegir un modelo de calidad aunque haya que invertir más dinero. A la larga, lo agradecerás.

Otro factor negativo que puede tener el cuero es que hace frío en invierno y calor en verano. Esto sucede con la piel natural (aunque mucho más si se trata de pieles sintéticas). En invierno, otros tipos de tapicería como la chenilla o el terciopelo son más cálidas. Y para el verano existen tapices que mitigan la sensación de calor o, al menos, no la aumentan como, por ejemplo, los algodones y los linos.

Ahora, con todos los datos en la mano y con las ventajas y desventajas bien aprendidas, ya puedes decidir si quieres poner un sofá de cuero en tu vida. Me siguen pareciendo especiales, elegantes y muy bonitos. ¿Y usted?